Planificación

Planificación de la Gestión Integral de Residuos Sólidos

Por lo general, una municipalidad enfrenta grandes limitaciones que dificultan su gestión de los residuos sólidos.

La planificación es una herramienta de gestión que le permite a una municipalidad ordenar sus recursos disponibles para generar capacidades a través del tiempo para atender estas diversas y crecientes demandas asociadas con los residuos sólidos.

Las áreas de trabajo en la planificación de la gestión integral de residuos sólidos son:

I- Proceso de participación ciudadana

II- Elaboración del diagnóstico

III- Elaboración del plan de GIRS

La planificación parte de la generación de datos e información, que permite realizar un análisis de las condiciones actuales de los residuos sólidos y las posibles vías de solución y recursos requeridos para los problemas y retos que se enfrentan, para alcanzar una mejora en la gestión en corto, mediano y largo plazos.

Con la formulación de un plan de gestión integral de residuos sólidos se identifican las líneas de acción que el municipio debe seguir en la gestión presente y futura, las cuales se siguen y monitorean con base a indicadores de cumplimiento de las metas establecidas, para llevar un control del cumplimiento y los ajustes que puede requerir el plan ante nuevas circunstancias.

El resultado final que busca la planificación es un uso más racional de los recursos, asignándolos bajo una estrategia de largo plazo con objetivos, metas y acciones prioritarias, y que será la estrategia que marcará las operaciones del día a día en la gestión de los residuos sólidos.

El siguiente esquema presenta los diferentes niveles y actividades de un proceso de planificación de la GIRS.

Fuente: Elaboración propia con base en MARN (2018), CYMA (2007), Soliz y Maldonado (2012), Ministerio de Salud de Chile (2017), CIMAS (2009), MINAM (2014), De la Mata (2012), y GIZ (2011)

Una herramienta para generar capacidades de gestión

La operación de un sistema de recolección, tratamiento y disposición, y otras labores administrativas que conlleva, generalmente se ven limitadas por las restricciones financieras del municipio para desplegar toda la logística técnica y administrativa requerida para una adecuada gestión, cumpliendo los requerimientos ambientales y de salud.

Los problemas acumulados a través de los años en el manejo de los residuos sólidos, pueden ser difíciles de abordar por una municipalidad. En algunas ocasiones, los servicios municipales terminan siendo producto de la prueba y el error, como una sucesión de soluciones a estados de emergencia, sobre los cuales el ayuntamiento va desarrollando su capacidad de respuesta, aunque no sea una capacidad acorde necesariamente con una gestión integral.

En algunos casos, el sistema de manejo municipal puede ser apropiado durante algún periodo de tiempo, pero el crecimiento de la población y el desarrollo de la comunidad hacen que la generación de residuos se incremente y vaya desbordando la capacidad municipal. Para los ayuntamientos que sólo han alcanzado una cobertura parcial de su comunidad, el reto incluso es mayor para ampliar los servicios y cubrir más de su territorio.

En todas las municipalidades, no importa el nivel de gestión que hayan alcanzado, se enfrentan constantes dificultades con la flota de recolectores, mientras deben mantener sus servicios al día, por lo que necesitan adquirir o rentar más equipo, o recurrir a la contratación de servicios privados.

Por su parte, los retos del nuevo enfoque de valorización de residuos sólidos, que implica actividades de reducción, separación, recolección discriminada, reciclaje, compostaje y recuperación de residuos, crean nuevas demandas financieras al municipio, ampliando las actividades habituales de recolección, transporte, tratamiento y disposición.

Para las municipalidades que no pueden ofrecer cobertura total de sus servicios en su comunidad, y requieren de la participación de recolectores privados, el reto es ampliar las capacidades administrativas y técnicas de supervisión y control, para asegurar la calidad de los servicios.

Cuando la municipalidad debe administrar sitios de disposición final, las demandas para el municipio aumentan, sea para la operación de los mismos o para seguir procesos de transformación de vertederos a rellenos, procesos de cierre de vertederos o la construcción de nuevos rellenos sanitarios.

Finalmente, uno de los desafíos comunes en todas las municipalidades, es cómo financiar, con mecanismos de tarifas y recaudación , sus servicios de recolección, tratamiento y disposición, y evitar el subsidio de los servicios con otros ingresos municipales.

Con la planificación, la municipalidad puede procurar la atención de estos múltiples retos alrededor de los residuos sólidos, ordenando el uso de sus recursos y generando mayores capacidades de gestión a través del tiempo.

En el siguiente link se pueden obtener recursos bibliográficos para la formulación de planes de gestión integral de residuos sólidos (PGIRS).



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Etapa 8. Presentación a la municipalidad para la oficialización

La municipalidad recibe un insumo final sobre el diagnostico, y muy probablemente sea necesario oficializarlo.

Cuando el comité de gestión ambiental es conformado con una oficialización expresa, por ejemplo, un acuerdo municipal, el diagnóstico puede nacer siendo oficial como parte de todo el proceso.

En caso de que no sea necesario una oficialización adicional, es importante que la municipalidad lo de como recibido y desde entonces adquiera vigencia como documento final.

 



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Etapa 7. Presentación de resultados y validación

El informe final que contiene el plan debe ser presentado a los actores sociales en un taller de trabajo que se extiende más allá del comité de gestión ambiental, donde haya actores clave que no están participando dentro del comité.

El objetivo de este taller es validar y retroalimentar la propuesta del plan de GIRS. En este taller es necesario aplicar las técnicas para talleres participativos apropiadas, de manera de que se estimule una gran participación y discusión sobre cada componente del plan, para que los participantes los tomen como suyos.

Además, las dinámicas participativas deben procurar arribar a resultados concretos sobre los contenidos finales del plan de GIRS.

Cuando se han monitoreado la existencia de conflictos, paralelamente se deben delinear las estrategias sobre el manejo de conflictos que la municipalidad va a incorporar en sus políticas y acciones.

 



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Etapa 6. Instrumentos y metodología de monitoreo, diagnóstico y supervisión

El monitoreo y seguimiento debe verse como un proceso de reflexión y de aprendizaje frecuente y permanente, con el cual se valora el cumplimiento de las actividades del plan o los ajustes que han surgido en la realidad.

Además, permite identificar si se está dando buen uso a los recursos dedicados para alcanzar los objetivos planteados. En el siguiente link se puede ver una guía para la realización del monitoreo.

 


Archivo Descargable: Descargue aquí


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Etapa 5. Estructura del plan de GIRS

Si bien el plan de GIRS admite diversas de organizar sus contenidos, a continuación se presenta un esquema general de contenidos básicos. Estructura del plan de GIRS

1. Antecedentes.

2. Alcances.

3. Visión y misión.

4. Objetivos general y específicos.

5. Definición de metas actividades.

6. Definición de recursos: son los recursos humanos, materiales, equipo y herramientas, económicos, legales, políticos, entre otros.

7. Asignación de responsables: cuáles son las instancias o personas encargadas del cumplimiento de las actividades y sus responsabilidades.

8. Acciones de monitoreo y seguimiento.

9. Cronograma: es la definición de las fechas para el cumplimiento de objetivos, metas y acciones.

10. Plan de contingencia: se definen actividades, acciones y procedimientos para desarrollarlos en caso de que de no se pueda realizar el plan de acción a causa de una emergencia o desastres.

 



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Etapa 4. Definición de la visión, la misión y los objetivos

El siguiente paso en el plan de GIRS es definir la visión, la misión, los objetivos y las metas que guiarán dicho plan.

La visión es definir cómo se ve la comunidad y el municipio en cuanto a los residuos sólidos. Esta es la forma en que se expresa la aspiración de la realidad que una municipalidad quiere para su población y territorio en cuanto a la generación y manejo de residuos sólidos.

La misión tiene que ver con el plan de GIRS, y el propósito que tiene el plan y qué es lo busca alcanzar y cómo esto beneficia a la comunidad. Los objetivos son los logros que se perseguirán.

Primero el objetivo general es el logro general, mientras que los objetivos específicos son los logros de cada componente o área principal del plan de GIRS.

Los objetivos deben ser posibles de monitorear en cuanto a su cumplimiento, de manera que pueda evaluarse si se cumplen o no.

Asimismo, los objetivos deben tener un horizonte de tiempo, que puede ser de corto, mediano o largo plazo, de manera que su evaluación se hará respecto al tiempo fijado para su cumplimiento.

Las metas por su parte corresponden con los pasos que deben darse para alcanzar los objetivos, es decir, que para alcanzar un objetivo se debe ir superando cada una de sus metas. Al igual que los objetivos, las metas deben ser posibles de monitorear y generalmente son cuantificables en cuanto a sus logros.

 



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Factibilidad técnica y financiera de las alternativas

La factibilidad técnica se refiere a si tenemos los recursos necesarios para poner en práctica la alternativa de solución que se elija. Estos recursos son financieros, equipo, infraestructura, gente preparada y la tecnología apropiada. Con una evaluación económica - financiera se puede determinar cuál es la mejor opción para invertir los recursos, dado a que presenta una mejor relación de los beneficios (en este caso, ingresos financieros) respecto a los costos.

La parte de factibilidad técnica se refiere a que se contemplan los recursos y procedimientos técnicos necesarios para el manejo de los residuos sólidos. Cuando estos recursos y procedimientos se expresa en costos, se puede evaluar su factibilidad financiera.

Esta actividad requiere realizar un repaso de las alternativas, para que cada una sea expresada en la relación costo-beneficio financiero, y poder evaluar cuál brinda una mejor relación.

Sin embargo, no siempre la alternativa más barata es la mejor, por eso se deben analizar también desde el punto de vista social, ambiental y hasta político, lo cual está más allá de lo que esta herramienta permite.

 



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Etapa 3. Análisis de alternativas

Una vez que se han definido las áreas que incluirá el plan de GIRS, es necesario que se analicen alternativas de cómo el municipio puede encarar el logro de adoptar una GIRS.

En este paso, se puede comenzar formulando una alternativa ideal de GIRS, es decir, poniendo sobre la mesa el logro de los objetivos más ambiciosos, pero igualmente realistas, que se puede imponer el municipio para el manejo de los residuos sólidos.

Esto implica que se incorporan todos los componentes o áreas estratégicas, con los más altos objetivos que la municipalidad busca alcanzar.

Esta situación ideal cae a la realidad cuando se evalúan los recursos requeridos, especialmente los financieros, ya que cuando esos recursos necesarios se expresan en costos, se ve las posibilidades que la municipalidad tiene para enfrentarlos.

Es necesario conocer los costos, es decir, la cantidad de dinero que se va a requerir para llevar a cabo las actividades programadas.

Si ninguna persona integrante del comité de gestión ambiental o de la municipalidad no tiene experiencia para hacer esta estimación de costos, puede solicitar la colaboración de un profesional en este campo.

La forma en que la municipalidad cubre los costos de la GIRS es especialmente con tarifas por la recolección y disposición de los residuos sólidos.

También pueden existir impuestos ambientales que se establecen para que se trasladen, en su totalidad o en parte, a la gestión de los residuos sólidos.

En varios casos, la gestión de los residuos sólidos es mantenida con subsidios de la municipalidad, con base en otros ingresos no relacionados con los residuos sólidos, pero si bien este es un escenario posible de incluir durante algún periodo proyectado, denota una situación insostenible en el largo plazo, por lo que el sostenimiento de la GIRS debe ser especialmente con las tarifas de los servicios de recolección y transporte, tratamiento y disposición.

Durante la realización del diagnóstico se puede iniciar la identificación de algunos recursos que existen localmente o en el ámbito nacional o de cooperación internacional que pueden apoyar algunas actividades del plan.

Cuando se contrastan los costos con los ingresos en la ejecución proyectada del plan, es cuando se conoce si un plan de GIRS ideal sería posible de sobre llevar por la municipalidad. En otras palabras, esto es si tiene factibilidad financiera. Para conocer la metodología para conocer la factibilidad financiera de un plan de GIRS se puede ver el link sobre factibilidad técnica y financiera de las alternativas.

Una alternativa tiene que tener factibilidad técnica y financiera, pero también viabilidad política y social para garantizar el éxito de la misma. Si la alternativa es muy compleja o requiere de mucha inversión de recursos, lo más adecuado es hacer un análisis de factibilidad técnica y económica de las opciones con menores alcances.

El proceso es formular opciones del plan de GIRS con un alcance de logros esperados menores en algunas de las áreas, y del conjunto de opciones con recorte en las expectativas o acciones previstas, se debe escoger la que permita la factibilidad económica mediante un equilibrio de costos e ingresos previstos.

En algunos casos, se pueden tener varias opciones sobre la mesa con factibilidad económica, por lo que será necesaria la discusión sobre la percepción de los actores sociales envueltos en su evaluación, de cuál es el beneficio social y ambiental más alto.

Si bien existen metodologías económicas para la valoración de beneficios sociales y ambientales, las mismas pueden ser muy complejas y costosas como para ser realizadas como parte de la formulación del plan GIRS. Por lo tanto, se debe generar una dinámica entre los actores sociales en la que ellos puedan calificar una metodología que reporte mayores beneficios.

 



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Áreas estratégicas del plan de GIRS

Las áreas estratégicas que podría incluir un plan de GIRS son:

• Organización institucional para la GIRS.

La municipalidad debe poner recursos institucionales, que van desde el personal, recursos financieros, procesos técnico, etc.

Además, la municipalidad puede definir la interacción con gestores privados para actividades de la GIRS, por ejemplo, en la recolección y transporte o en el reciclaje o compostaje.

• Participación ciudadana.

Ya se ha explicado la importancia del involucramiento de actores sociales para la sostenibilidad política y social (ver las ventajas de la planificación participativa). Un comité de coordinación conformado con funcionarios municipales y actores sociales externos, es recomendable para la ejecución del plan de GIRS y el monitoreo del mismo. Una opción es que el comité de gestión ambiental de formulación del plan se mantenga para la etapa de ejecución.

• Sostenibilidad financiera.

Es esta área se establecen las pautas de cómo se financiará la GIRS, las tarifas que se usarán, las formas de cobro y controles de la evasión y morosidad. Además, se puede analizar formas de subcontratación o trabajo conjunto con gestores privados para algunas áreas de la GIRS.

• Políticas y reglamentación.

Las políticas pueden ser, por ejemplo, el soporte de acciones de valorización de residuos, campañas para que las empresas en el cantón cuenten con planes de responsabilidad ambiental o las compras verdes para la municipalidad.

• Recolección y transporte.

En este ámbito no sólo se ve la logística que se usará para la recolección de residuos sólidos ordinarios, sino que puede considerarse las medidas para el transporte discriminado que de soporte a las acciones de valorización de residuos.

• Estrategia de residuos sólidos valorizables.

Acá se define la forma en que la municipalidad incorporará acciones de reducción, reutilización, reciclaje, compostaje y aprovechamiento energético de los residuos sólidos valorizables.

• Limpieza de sitios públicos.

El ornato público es una de las áreas importantes de la municipalidad que requiere acciones particulares por la naturaleza misma de este tipo de trabajo, como es el barrido de calles, la recolección en mercados o ferias de agricultores, y en eventos especiales, entre otros.

• Tratamiento y disposición.

Se establece las opciones que la municipalidad utilizará para el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos, sobre todo para atender las realidades de mediano y largo plazo. Además, define los cierres técnicos que seguirán vertederos o rellenos sanitarios en uso.

• Sensibilización y educación ambiental.

Dado que la generación de los residuos sólidos responde a condicionales sociales, culturales y económicas, la sensibilización y la educación son necesarias para incidir en el involucramiento de la comunidad en la GIRS.

 



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Etapa 2. Definición de áreas o componentes por cubrir en el plan

Adicionalmente, es muy importante definir las áreas de gestión o componentes de la estrategia que contempla el plan de GIRS. Por ejemplo:

• Organización institucional para la GIRS.
• Participación ciudadana.
• Sostenibilidad financiera.
• Políticas y reglamentación.
• Recolección y transporte.
• Estrategia de residuos sólidos valorizables.
• Limpieza de sitios públicos.
• Tratamiento y disposición.
• Sensibilización y educación ambiental.

En el siguiente link se puede ver el detalle de las áreas estratégicas del plan de GIRS.

 



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